Una nueva batalla por Kattegat está en marcha y solo los dioses saben quién saldrá victorioso. Se sabrá quién debe ser el auténtico heredero del legado de Ragnar. El equilibrio entre todos aquellos dispuestos a gobernar es frágil y cada uno debe jugar sus bazas de la manera más inteligente, sin desestimar el camino de la visceralidad